Amanece y es mágico




Alguien que conozco festejó que amanecía sacando una foto a dicho momento y quiso compartirla. Al parecer, a una persona le pareció extraño porque era algo que sucedía todos los días y, por lo tanto, no era especial. Lo hermoso fue la respuesta: “Precisamente es mágico porque sucede todos los días”.
Creo que fue ese mismo día cuando asistí a una charla que dio el uruguayo Gustavo Zerbino, superviviente del famoso accidente de 1972 en los Andes.
Sé que aparentemente no tienen ninguna relación, pero Gustavo habló de muchas cosas realmente importantes, tan sencillas que debería no resultar una novedad que alguien las diga o las aplique en su vida. Curiosamente, la inmensa mayoría las ve como realmente extraordinarias. Habló de la fuerza que adquirimos cuando el yo se transforma en nosotros, de que cualquier ser humano puede hacer cosas extraordinarias si se guía con voluntad y amor, superando el miedo.
No podría resumir o explicar de manera adecuada lo que él intentó transmitir con su experiencia. Pero sí puedo decir que me demostró una vez más que el alma humana es buena y noble; lo que ocurre es que tendemos a olvidarlo y nos concentramos en ver aquello que falta en nuestra vida, en la sociedad, a quejarnos y no empezar a ser la solución, a alimentar más y más con nuestras quejas, miedos, incertidumbres y malas costumbres el problema.
Por eso, que alguien vea que amanece y recuerde lo mágico que es, me hace pensar que quizás no estamos tan perdidos, que hay dentro de nosotros pequeños seres humanos capaces de las cosas más extraordinarias, solo tenemos que darles la oportunidad de florecer dentro de nosotros. Pienso que no debemos esperar a que una tragedia nos golpee para empezar a ser consecuentes con cómo queremos vivir nuestra vida, y agradecer aquello que ya está con nosotros, como ese amanecer que siempre, siempre, siempre aparece por muy larga que sea la noche; por muy nublado que esté el cielo... el sol siempre sale.
Gracias, Gustavo, por compartir el amanecer con todo aquel que quiera escucharte.



1 comentario:

  1. Hola Gota de lluvia, justo quise ir a la charla de Gustavo pero no pude, así que me encanta que nos cuentes algo tan importante y sugerente.

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