A veces en el día a día nos olvidamos de soñar, nos introducimos en la rutina cotidiana, la mirada a ras de suelo y la sonrisa sin despertar. Necesitamos un “vendedor de sueños” que nos arranque del estado hipnótico en el que nos encontramos. Hay muchos a lo largo del día, son aquellos que nunca han dejado de soñar. Y tú ¿qué vendes?
Que hermoso que alguien nos recuerde aquello que a veces enterramos dentro de nosotros tan profundamente, que olvidamos como hacer que florezca de nuevo. Asi que ahora recordemos otra vez que soñar y luchar por ello nos hace más grandes y nos ensancha el alma.
ResponderEliminarMuchas gracias por este pequeño sueño