Regalo de Navidad



En estos días en que se acerca la Navidad, las calles se adornan, y esas pequeñas lucecillas brillando por doquier me recuerdan lo necesaria que es la luz en nuestro mundo, últimamente tan sumergido en oscuridad. Quizás, aprovechando los adornos navideños, deberíamos volver de nuevo a adornar nuestros corazones y nuestras almas. Es cierto que hay personas que son como rayos de luz alumbrando habitaciones sombrías allá por donde vayan, pero aquellos seres que solo somos pequeñas sombras enamoradas de la luz, podemos arreglar nuestro pequeño templo interior y dedicar al mundo una sonrisa o un abrazo, porque habrá quien esté tan sumido en la oscuridad que no pueda ver, y tal vez nuestro pequeño gesto de iluminarnos por dentro, tal y como están las calles por fuera, quizás esa sonrisa regalada proporcione algo de calor, y su oscuridad ya no sea tan profunda.

Quisiera regalar estrellas-guías que recuerden a todos el camino a casa cuando nos perdamos, pero como no me es posible, os regalo esta poesía, en la que este pequeño ser de agua y sueño sigue persiguiendo, como siempre, estrellas fugaces y creyendo que otro mundo es posible.




En fin, esto va para los soñadores, idealistas y supuestas “causas perdidas” de este mundo: seguid soñando y construyendo ese otro mundo posible. Yo, como “causa perdida”, creo en vosotros.








Noches de invierno, cubiertas de polvo de luna llena
y yo sola esperando;
el mundo grita que la magia no existe,
que todo es ilusorio e irreal,
más quizá esas noches frías de invierno,
en donde la luna brilla alumbrando el frío,
en donde mi alma llora desgarrando estrellas y
pedazos de oscuridad danzan por doquier.
En esas noches de frío invierno,
pequeño ser de agua y sueño,
oscura sombra enamorada de la luz,
las lágrimas de la luna y el agua de mil estrellas fugaces
te envuelven y sabes que la magia existe,
que te acompaña pegada a tu pequeña piel de sombra,
de agua y sueño,
y lo real es irreal,
y el mundo está lleno de seres invisibles que no vemos,
pero que nos protegen, 
y la tierra ríe jugando con las flores,
y yo sigo esperando mientras la verdad sonríe tras de mí,
mientras la soledad convive con mi piel...



Día & Noche

El día y la noche son diferentes o eso creemos, pero tal vez no lo son tanto. El corto de Pixar que aparecia antes de la pelicula Toy Story 3 (muy recomendable por cierto, bueno toda la saga lo es) habla de el día y la noche, y como su relación no empieza muy bien, pero...las cosas no son lo que se ve en la superficie, sino que hay más. Creo que el corto lo explica muy bien todo y no son necesarias las palabras.
Apaguemos la luz y descubramos el día y la noche.

El Gorrion y el Prisionero. Cuento Inconcluso de Miguel Hernández


Este es un cuento inconcluso de Miguel Hernández lo que he hecho ha sido añadir unas palabras a partes ilegibles y  darle un final, espero que digno de él. El final y las partes ilegibles van en cursiva. Espero que lo disfruteis.


EL GORRIÓN Y EL PRISIONERO

      (CUENTO INCONCLUSO) 

Los gorriones son los niños del aire, la chiquillería de los arrabales, plazas y plazuelas del espacio. Son el pueblo pobre, la masa trabajadora que ha de resolver a diario de un modo heroico el problema de la existencia. Su lucha por existir en la luz, por llenar de píos y revuelos el silencio torvo del mundo, es una lucha alegre, decidida, irrenunciable. Ellos llegan, por conquistar la migaja de pan necesaria, a lugares donde ningún otro pájaro llega. Se les ve en los rincones más apartados. Se les oye en todas partes. Corren todos los riesgos y peligros con la gracia y la seguridad que su infancia perpetua les ha dado.

Ave de decisión, gorrión bueno, mejor entre los mejores, era Pío-Pa. Así llamaremos a este leve ser de mi cuento. Llevaba su pantaloncillo corto con remiendos y su blusa de pluma gris, más remendada que su pantaloncillo, con más dignidad que para llevar su corona y su cetro deseara el emperador de Carcunda. Volaba a grandes vuelos, y cuando tocaba tierra su pata andaba a saltos, rasgo alegre de entusiasmo juvenil. La alegría jamás faltó en su nido y en su pecho, donde permaneció arraigada por debajo y por encima de las tristezas que van y vienen. Tejió su nido como el soldado su tienda, donde le cogía la noche o la batalla por las migajas. No ambicionó, como los pájaros señoritiles, parasitarios, ni la rama elevada para piar ni el lugar regalado para yacer con la gorriona. Las innumerables vueltas que hacía al campo y los también innumerables tropiezos y asaltos que allí había experimentado acumularon sobre su cabeza de ajo bello y su corazón aleteante cierta sabiduría: llegó a saber más que una rata de cárcel: toda la que cabe entre una frente y un corazón loco.

Y, precisamente, una cárcel, no una jaula cualquiera, fue la causa de su gloriosa muerte. Pío-Pa, hemos dicho que así le llamaremos, experimentado sorteador de las ballestas, pedradas, trampas y artimañas humanas conjuradas contra su leve ser, volaba un día en busca del sustento de sus alas, que no es el aire precisamente, y fue a detenerse en un agujero de un muro denso de piedra. El agujero tenía rejas, rejas espesas, casi tupidas, que impedían el paso a la luz y a la libertad. Porque detrás del muro y el agujero se veía, y sólo un pájaro podía permitirse ver aquello, una celda con un hombre atalajado de cadenas. Era una de tantas celdas y sólo uno de tantos hombres sepultados en la tiniebla de uno de esos edificios que los albañiles han construido, a veces para ser sepultura de ellos mismos. A duras penas, sólo el ojo luminoso del pájaro es capaz de penetrar y esclarecer la tiniebla, consiguió Pío-Pa ver al hombre. Éste le miró, deslumbrado como ante un relámpago. Su opaco rostro de preso se iluminó, y Pío-Pa halló en sus ojos una mirada pura que en pocos seres se halla, aunque se busque con [ahínco], y se sintió recorrido por la confianza. Pío, pío, pío, dijo Pío-Pa, como si dijera: Tío, tío, tío.

- ¿Cómo se atreves a llegar hasta aquí, gorrión loco?

- Pío, pío, pío.

- ¿No te da miedo la prisión, no temes la mano del hombre, gorrión feliz?

- Pío, pío, pío.

- ¿No te has visto en la jaula jamás, gorrión sin pensamiento? Viéndote así, tan jovial, tan ligero, tan pequeño, me acuerdo de mi hijo.

- Pío, pío, pío.

- Oye, si sabes oír - continuó el preso -. Al cabo de un día y una noche me voy a morir. Me matarán. Dicen que soy una mala persona y que es preciso que muera. No sé qué habré hecho. Ni en sueños ni despierto me acuerdo de haber sembrado ni cosechado el mal. Sólo una mujer pudiera salvarme, pero su casa está lejos de aquí, en la región más soleada de estas tierras. Y habría de recorrerse mucha distancia y mucho pío para llegar hasta ella. Si tú pudieras llegar... Pero sólo hay un día y una noche de tiempo... Mañana no viviré... Lo siento por mi hijo ¡Quién tuviera tus alas, gorrión loco!

- Pío, pío, pío - repetía Pío-Pa -. Y entró de un salto en la celda y se posó sobre el hombro del preso. Adivinó el hombre con asombro que el ave le comprendía, y no se hubiera asombrado si supiera que un gorrión rodado sabe más que una rata de cárcel. Se proveyó al instante de lápiz y papel, que tenía consigo, y escribió de prisa unas cortas letras. En seguida buscó algo con que atar el papel, y hubo de desgarrar la tela de su camisa, y con un girón de la misma anudó el papel al cuello de Pío-Pa, que no cesaba de insistir en su pío, pío, pío.

- Adiós, gorrión loco. ¿Sabrás llegar hasta la mujer que [amo]? En la región más soleada de esta tierra, en una casa pintada de azul y blanco con una palmera y el mar a la puerta vive. ¿Llegarás hoy? ¿Volverás antes de mañana con mi salvación? Ya sabes que estoy destinado a morir cuando nazca el alba del nuevo día si no estás aquí a esa hora. Ya sabes.

Se besaron Pío-Pa y el hombre: el hombre como pudo y el pájaro como supo. El hombre quedó solitario en su celda, y el pájaro desapareció flechado por el agujero en su cielo y en su aire. No sé qué corazón latería con más fuerza, si el del hombre o el del gorrión. El hombre quedó más opaco en su ser y en su celda, más preso, desaparecidas las breves alas audaces, capaces de franquear hasta los muros de una prisión.

Mis ojos siguieron el vuelo del gorrión andar entre los [fríos muros de cemento], a través de aquella mañana invernal con escarcha y sin una nube. El frío atemorizaba los campos. Sólo su valentía de gorrión se atreve con el invierno. Las otras aves rehúyen los malos tratos del diciembre y el enero, emigran a los países de primavera y verano constantes. Sólo el gorrión permanece ante los duros tiempos.

El mundo es breve para las alas atrevidas. Las de Pío-Pa baten y avanzan velozmente. Es un relámpago de pluma que renueva los horizontes por momentos. La tierra, abajo, gran punto de escarcha, desencadena su redondez girante. Ávido, impaciente por cumplir su misión salvadora, el pájaro deja atrás páramos, valles, montes, ciudades, río, bosques. Las horas avanzan con él, y el sol asciende como temoroso de que se produzca un choque entre la luz y las plumas. Los gorriones que se cruzan en el camino de Pío-Pa sufren el golpe de viento de su velocidad y piensan que aquel compañero ha enloquecido.

Avanza y avanza. Hasta que se siente rendido y en la necesidad de tomarse una tregua. Entonces, desciende y se detiene sobre un árbol para cobrar nuevos bríos. Pero la tierra, que no es transparente como el aire, está llena de asechanzas. En el aire no es posible el acecho invisible; en la tierra, sí. Pío-Pa ignora que, al detenerse, peligra su vida. Un hombre, concentrado todo él en apuntarle sobre un arma de pólvora, guiña el ojo, tuerce la boca, hunde un dedo en el gatillo del arma con sus manos peludas aferradas a ella. La mirada avizora del gorrión no ha reparado en el terrible bulto negro que procura disimularse tras un tronco. Suena el disparo. La rama en que descansa Pío-Pa cae cortada al suelo. ¿Y el gorrión? ¿Ha sido destrozado? Algo del plumón de su pecho flota y se aleja en la brisa. Pero nuestro héroe vuela ya muy lejos y muy alto, camino de la casa azul y blanca. No le ha sorprendido el incidente. Hecho su corazoncito a todos los golpes, no queda en él campo para la sorpresa. Vuela más raudo, más arrebatado, más alegre.

Se cumple el mediodía. Ya la luz llega su madurez. Ya el aire es caliente alrededor del pájaro, que penetra en la zona más caliente de la mañana. El cansancio se apodera otra vez de sus alas. Otra vez ha de renovarse su aliento en un breve descanso.
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Después de otro breve descanso Pio Pa se dispone a seguir de nuevo el vuelo. Ya apenas quedan unas horas para el amanecer. Su tiempo se agota, siente en su suave pecho de plumón el cemento que rodea el del prisionero.

Aletea las alas con el entusiasmo, inocente y juvenil propio de un gorrión, mientras su corazón al borde de la extenuación golpea en su pecho de plumón.

Los primeros rayos arañan el cielo cuando Pio Pa divisa la casa azul y blanca y a la mujer que se encuentra en el interior.

Pio Pa se acerca a la ventana entreabierta y pia entusiasmado con su último aliento, mientras su corazón se detiene en el instante en el que en aquella lúgubre cárcel de cemento, el prisionero es conducido hacia su final.

En el interior de la casa azul y blanca, la mujer siente un breve aleteo en el pecho y dirige su mirada hacia la ventana en el momento en el que el diminuto cuerpo de Pio Pa cae.

Muy lejos de allí, en un pequeño patio el prisionero acepta la mano de la muerte que enamorada, le sonríe.

Mientras en sus ojos inmensamente abiertos va desapareciendo la luz, un principio de sonrisa brota de los labios del prisionero. Diminuto, pero erguido y orgulloso con su camisa de plumón gris, Pio Pa le lanza el más bello canto que jamás ha oido…

En la casa azul y blanca una mujer llora ante el cuerpo inerte del pequeño gorrión, en sus manos un arrugado pedazo de papel.


Para Miguel, que no pudo acabarlo...

"VENDEDOR DE SUEÑOS"

A veces en el día a día nos olvidamos de soñar, nos introducimos en la rutina cotidiana, la mirada a ras de suelo y la sonrisa sin despertar. Necesitamos un “vendedor de sueños” que nos arranque del estado hipnótico en el que nos encontramos.  Hay muchos a lo largo del día, son aquellos que nunca han dejado de soñar. Y tú ¿qué vendes?

Grafología : Beethoven

Beethoven

La escritura de Beethoven es un ejemplo de escritura explosiva, lo que evidencia su naturaleza intempestiva y temperamental. La tremenda oscilación de letras en cuanto a su inclinación, así como las irregularidades de líneas, tamaño, etc., son signos de inestabilidad anímica, emotividad y reacciones, a menudo excesivas (debido a su elevada sensibilidad).
         El texto muestra una escritura “combinada”, signo grafológico de la creatividad inteligente, propia del genio creador. Gran viveza de imaginación y de carácter. Ese gran dinamismo radiante y expansivo que vemos en su escritura le otorga una buena capacidad creativa rompiendo moldes convencionales.

La rapidez y dinamismo de su escritura muestran autenticidad y honestidad en este músico ilustre. No hay compostura ni maquillaje en su personalidad gráfica, y sí emotividad intensa, apasionamiento, radicalidad, creatividad, orgullo altivo y la inestabilidad típica de una naturaleza extraordinaria y fuera de lo común. Beethoven era una mezcla de infantil y transparente simplicidad y de fuerza de carácter y nobleza de alma que constituye uno de los mayores atractivos de la naturaleza humana.

         La firma revela su naturaleza expansiva, altiva, enérgica (mixta en cuanto curva y angulosidad) y desafiante de su personalidad. Determinado por una voluntad poderosa, capaz de vencer todo tipo de dificultades y obstáculos. Por ejemplo, cuando tuvo que luchar contra su sordera, él mismo confesó: “luché a brazo partido con el destino y no permití que me dominara”. El grafismo que vemos en su firma posee firmeza, optimismo y autenticidad.
Mª Angeles López
Grafóloga

Sobre el aragonito o flor de hierro

El aragonito o aragonita es una de las formas cristalinas del carbonato de calcio (CaCO3), junto con la calcita. Puede encontrarse en forma de estalactitas, y también en la concha de casi todos los moluscos y en el esqueleto de los corales. Entre las variedades del aragonito destaca la llamada flos-ferri (flor de hierro), que se asemeja a un hermoso coral, llamada así por los mineros, pues era frecuente encontrarlo en los depósitos de este metal.
El nombre aragonito se debe al mineralogista Abraham Gottlob Werner, quien en 1788 lo definió a partir de unos ejemplares procedentes de Molina de Aragón, en Guadalajara, que él atribuyó erróneamente a Aragón.
El aragonito se forma a partir de aguas termales o géiseres, aguas filtradas que han entrado en contacto con rocas muy calientes situadas a gran profundidad y que han vuelto a emerger a la superficie. Estas aguas disuelven minerales de las rocas a su paso, entre ellos, el calcio. A medida que las aguas termales se evaporan, el calcio que contienen precipita y, cuando entra en contacto con el aire, se combina con el oxígeno y el dióxido de carbono formando los cristales de aragonito.
El aragonito puede encontrarse formando estalactitas en cuevas. También puede localizarse en rocas metamórficas o en rocas sedimentarias de los fondos oceánicos, así como en los esqueletos de muchos organismos marinos vivos o recientemente fosilizados. Además, es común en zonas oxidadas de yacimientos metálicos.
Los yacimientos de aragonito más importantes se encuentran en España, entre los que destacan el de la localidad de Luzón (Guadalajara), y los de Minglanilla, en Cuenca, donde se encuentra en una gran variedad de colores. Pueden encontrarse cristales pseudohexagonales en Italia y Sicilia, agregados en piña en Marruecos y variedades estalactíticas y coraloideas en Arizona, Chihuahua (México), Francia (de color azul), Austria e Italia.
En Eslovaquia hay una cueva entera formada de aragonito, llamada La cueva de aragonito Ochtinská. Esta cueva está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y es una de las tres cuevas de aragonito que se han descubierto en el mundo hasta el momento.
Hay una leyenda sobre la flor del hierro:
Lágrimas de Aragonito
Cuenta la leyenda que en la región de Molina de Aragón (en España), vivían dos familias muy ricas y poderosas, pero con una rivalidad más grande que su poder. Para desgracia de ambas familias, entre la hija y el hijo surgió un amor puro y sincero. Cuando los padres de la chica se enteraron, utilizaron todo tipo de artimañas para separarlos y, viendo que no obtenían resultados, decidieron acabar con la vida del joven.
La joven, al enterarse de que su amado había muerto por órdenes de sus familiares, sufrió de desdicha, que lloró y lloró, y su vida se fue extinguiendo poco a poco; sus lágrimas se fueron solidificando con una dureza excepcional, extendiéndose y adoptando formas caprichosas, como carámbanos de nieve por su blancura y brillo.
Se dice que así fue como se originó el aragonito, como ejemplo del amor puro y sincero que se puede dar entre los seres humanos.

Texto sacado de las siguientes fuentes:
ROSA DE HIERRO
Destello de luz envuelto en duro algodón.
El tiempo te dio forma,
el agua y el aire jugaron con tu cabello.

Extraña te sentiste en la inmensa oscuridad,
mas un día una llama iluminó tu oscuro mundo.
De la tierra fuiste arrancada,
el temor se rizó en tu rostro como lenguas de mariposa.
Tus ojos al mundo se abrieron
y descubriste el horror, pero también
la luz, la esperanza…

Un día, una llama de fuego se clavó en tu piel
y desde entonces, frágil rosa de hierro,
sientes el aliento del fuego frente a ti.
Corazones que cantan a tu corazón sombrío...

A través de las arenas del tiempo…
Tú, pequeña rosa de hierro...
Calidez. Frío metal. Esperanza de luz solar…

LDD Julio 11

Alma. "Ten cuidado con lo que deseas..."



Aquí os dejamos una pequeña gran joya de animación de 2009. Es el primer cortometraje de Rodrigo Blass como director, animador de Pixar desde 2002.
Aparte de la atmósfera ligeramente inquietante y la belleza de las imágenes, el contenido tiene su miga.
Habla de aquellas cosas que a veces deseamos tanto que acaban adueñándose de nuestra alma y nos llevan a perdernos dentro de ellas.
Cómo dice el dicho "ten cuidado con lo que deseas... puede cumplirse".
Para que luego digan que no son inquietantes algunos muñecos...

Artículo - AMAZONAS ¿Quiénes eran?

AMAZONAS

¿QUIÉNES ERAN?


Desde la Antigüedad clásica griega han llegado hasta nosotros las leyendas y los mitos sobre las amazonas.


Ellas han sido motivo de inspiración en la literatura y en el cine porque han sido el ideal de la mujer guerrera, fuerte y segura.
El mismo nombre no nos es ajeno, ya que hoy entendemos por amazona una mujer de carácter varonil y belicosa que gusta de la guerra, o una mujer que se dedica a ejercicios ecuestres y, en ciertas culturas, aquellas que demuestran especial habilidad en el tiro.

También, cuando decimos amazonas nos lleva a recordar el río más caudaloso de la tierra: el Amazonas, y es que guarda relación, ya que recibió tal nombre cuando los conquistadores españoles se encontraron en sus orillas con tribus indias, cuyas mujeres defendían aguerridamente el territorio y guerreaban como hombres; las llamaron amazonas, como las de las antiguas leyendas. En honor de estas mujeres, el río pasó a llamarse Amazonas.

Las noticias sobre pueblos constituidos exclusivamente por mujeres, en cuya comunidad nacional no había hombre alguno, están repartidas de manera chocante por muy diversas partes de la Tierra y forman, además, parte de los más viejos elementos legendarios que debemos a la tradición: fenómeno histórico universal que participa del arquetipo histórico.

Cuando miramos el mundo del pasado y queremos comprender parte de él, lo que ocurre es que miramos con los ojos del hombre actual y esto hace que se oscurezca aquello que vamos encontrando. Todo lo teñimos con la visión moderna de las cosas: si un hombre es de tal o cual religión o piensa de tal manera, lo que verá será bajo esta óptica de sentir o pensar. Entonces, para mirar el pasado tendríamos que poder mirar de una manera más limpia, sin deformar nuestras investigaciones por tal o cual creencia y saber que la enorme distancia temporal y psicológica que separa a los actores de sus comentadores nubla la exacta valoración histórica y la secuencia lógica de los procesos.

Sobre este tema debemos tener en cuenta que los propios historiadores no tienen unos criterios uniformes acerca de lo que se considera Historia. Se pasa por diversas concepciones: si tomamos los extremos, podemos considerar la Historia únicamente como la exposición escrita que reconstruye el pasado, comprobable por obras escritas o materiales; o aquella visión más amplia que nos habla de una Historia como fundamento y medio de profundizaciones filosóficas, simbólicas y psicológicas.

Un buen observador de la Naturaleza podrá apreciar siempre que el mundo manifestado es dual. Todo elemento cobra valor en contraposición a su opuesto. El hombre debe conseguir la armonía mediante la complementación de los opuestos. En la Historia, esa dualidad se da como patriarcado y matriarcado. Ambos son elementos imprescindibles y complementarios para la Humanidad; el patriarcado, definido por las características masculinas, y el matriarcado, por las femeninas.

La vida está regida por la dualidad, y la meta a conseguir es la armonización de los dos polos. En el caso de lo masculino y lo femenino sería una complementación, donde cada uno aporta sus propias características logrando armonía.

En Europa se asentaron los pueblos indoeuropeos. Aparecen con un carácter altamente patriarcal, lo que supone que no encontraremos un matriarcado absoluto en las fuentes históricas actuales. Sin embargo, como la propia ley de los ciclos indica, dentro de estos grandes ciclos existen ciclos más pequeños, y otros más pequeños dentro de estos últimos, y así indefinidamente, por lo cual probablemente no encontraremos un matriarcado absoluto, pero sí en formas debilitadas, o ubicado en algunos estratos de la Historia.

El matriarcado se alza sobre las características de lo femenino. Hablaríamos de matriarcado donde el arquetipo femenino tiene gran fuerza e impregna y cohesiona el grupo humano de manera profunda.
En el matriarcado resurge una sabiduría natural ligada a la vida. Como todo lo que nace, crece, madura, se corrompe y muere, así el matriarcado encierra en sí estas etapas de evolución. Su nacimiento se alzaría sobre la muerte de un patriarcado. Donde se dan los últimos coletazos de una existencia en su fase de desintegración, se abre paso una reacción contraria. De igual manera, la desintegración del matriarcado traería consigo el nacimiento del patriarcado.

En el País Vasco ha sobrevivido casi hasta nuestros días el matriarcado, donde la diosa por excelencia era Mari. Y la vida familiar gira en torno a la madre, la etxekoandre; ella es el alma del pueblo
Las amazonas estarían viviendo el ciclo del matriarcado. Tienen la necesidad de desarrollar su propio rol.

La mujer tiene necesidad de una existencia más pura, o sea, sin mezcla. Se genera una necesidad de elevación.

El espíritu de la amazona es un paso necesario para el desarrollo humano.

La amazona es la severa doncella de Artemis, siempre solitaria en la noche.

La palabra amazona podría aclararnos algo si buceamos en ella.

Si repasamos su etimología, podemos entender que ama ("en conjunto") y zen ("vivir") suponga "las que viven juntas".

– También, alfa (intensiva) y mazos "pechos" daría como significado "de pecho prominente".
– Por otro lado alfa (privativa) y nuevamente mazos significaría "que no tienen pecho".

Herodoto menciona cómo los escitas las llaman "eórpata", nombre que en griego significa "matadora de hombres". En escita eor es “hombre” y pata, “matar”.

La mitología helena nos las muestra como hijas del dios Ares y de la ninfa Harmonía. Otras versiones quieren que su madre sea Afrodita u Otrera, esta última, hija de Ares.

Harmonía se las crió a Ares como doncellas amantes de la guerra, tras su unión amorosa en los repliegues del bosque Acmonio.
Ares: Dios de la guerra por excelencia, es el espíritu de la batalla.

Es de naturaleza solar, imagen de la guerra y del valor ciego. Sus misterios se referían a la vida y a la muerte: la vida interior y la muerte exterior. Es el terror de la personalidad, el siempre rojo bañado en la sangre del propio sacrificio.

Padre de la victoria, que concluye con bien la guerra, auxiliador de la justicia, dictador para sus adversarios, guía de los varones más justos.

El famoso cinturón de la reina Hipólita, que tiene que tomar Heracles en uno de sus trabajos, era del dios Ares y lo portaba la reina como símbolo de su soberanía.
Harmonía

Puede hacer referencia a la abstracción que simboliza la armonía, la concordia, el equilibrio, etc.
En general, figura en el séquito de las Cárites y de Afrodita o Artemis.
Las ninfas son "doncellas" que habitan la campiña, el bosque y las aguas. Son los espíritus de los campos y de la Naturaleza en general, cuya fecundidad y gracia personifican.
Habitan en grutas donde pasan la vida cantando.
Combate de los elementos negativos para alcanzar un estado superior, una conciencia superior.
Guerra para alcanzar la armonía.

Al ser sus padres Ares y Harmonía, el temperamento de base que tienen nos habla de sus características, su esencia. Lo que las mueve sería la lucha de los contrarios, la guerra; es la oposición de fuerzas contrarias para alcanzar el equilibrio y la armonía.
Lo más general es situarlas cerca del río Termodonte, alrededor del puerto de Temiscira.
Se dice que en un periodo de vacío de poder en Escitia, reinaron mujeres de gran valor.
Desde la ribera del río Termodonte hasta el río Tanais, sometieron a todos los pueblos hasta Tracia. Conquistaron gran parte de Asia, extendiendo su poder hasta Siria.
También existe otro mito acerca de las que habitaban en Libia en época antigua, la estirpe de estas amaz.

Todo lo que existe diferenciado y organizado tiene su previo arquetipo mental, siendo lo objetivo tan solo la "sombra de la sombra". Por lo tanto, ese suceder histórico tiene que tener su previo arquetipo mental, primero en la Naturaleza cósmica, y luego, en sus intermediarios para con la Historia: los mismos actores humanos de los hechos históricos.

Toda cultura o civilización tendría o seguiría un modelo celeste, un modelo que quiere alcanzar.
Cuando hablamos de los dioses, estamos hablando de arquetipos o modelos para el hombre, Ideas que quiere alcanzar. Estos serían doce.

La diosa a la que rinden culto es Artemis.

Ella es la diosa cazadora y, además, guerrera. Todas las leyendas son relatos de cacería que presentan a la diosa salvaje, de los bosques y montañas, cuyos compañeros habituales son fieras.
Ella era hija de Leto y Zeus y hermana gemela de Apolo. Nació antes que su hermano. Por esta estrecha relación con Apolo, participa de la naturaleza de este dios. De aquí que también sea Artemis una diosa de la luz, aunque en este caso se trate de la luz lunar.

Como él, posee el poder de enviar plagas o la muerte súbita a los mortales, así como de curarlos.
Estando sentada en las rodillas de su padre Zeus, este le preguntó qué regalos deseaba, y la diosa responderá sin dudar: "Te ruego que me concedas la eterna virginidad, que me des un arco y flechas como a Apolo, el don de traer la luz, una túnica de caza de color azafrán con un borde rojo que me llegue hasta las rodillas, 60 ninfas fluviales, todas las montañas del mundo y cualquier ciudad que elijas para mí, pero con una será suficiente porque es mi intención vivir en las montañas el mayor tiempo posible".

Y Zeus le concedió todo.

Artemisa era una casta virgen y exigía a sus compañeras la misma castidad que ella practicaba. Esto debemos entenderlo como un símbolo de búsqueda de la pureza, de no mezcla con el mundo material; es pureza espiritual.

Esta diosa representa el espíritu femenino independiente y libre. Cuando niña, ella pide a Zeus aquellas cosas y cualidades que serán los instrumentos fundamentales para la realización de su propia naturaleza.

El arquetipo de Artemisa nos da una mujer independiente, esto es no en el sentido que entendemos hoy de rechazar el mundo, sino que es una conciencia que necesita ser ella misma, necesita caminar hacia ella, encontrarse y desarrollarse a sí misma.

VIDA

Este arquetipo cósmico es el de las amazonas, lo que va a marcar un modo de ser y un modo de conducirse en la vida. En la Antigüedad todo sistema de vida, toda forma de vida deriva de un sistema de pensamiento. La secuencia es: modo de pensar-acción.
La mayor parte del tiempo lo pasan solas haciendo ellas mismas todos los trabajos, los del arado, la plantación y el pastoreo, especialmente de caballos, y las más valientes se dedican de lleno a la caza a caballo, para lo cual se entrenan las doncellas a diario, habiendo sido ellas las primeras en montar sobre estos animales.

Controlaban la administración y todo lo relacionado con el gobierno.
En ciertas épocas del año se unían con los hombres de la tribu cercana para tener hijos; criaban solo a las niñas.

Dedicaban su vida a educarse, a prepararse para convertirse en ciudadanas.
Era un pueblo sobresaliente en la guerra, pues practicaban las costumbres viriles.
Dentro de sus deberes estaba el ejercitarse en el arte de la guerra. Desde temprana edad se seguía disciplina militar. Cada día se ejercitaban en lo concerniente a la guerra. Debían servir en las armas un periodo determinado en el que mantenían la virginidad. Ninguna podía tomar a un hombre antes de haber dado muerte a un enemigo. Tenían armadura de hierro. Usaban como armas defensivas pieles de grandes serpientes; como armas de ataque, espadas, hachas y lanzas, y arcos que no solo utilizaban frente al enemigo, sino también en las retiradas, pues disparaban con acierto a los perseguidores en su retaguardia. Ser eficaces conllevaba tener una férrea disciplina.

Al igual que la virgen hermana de Apolo y su hueste de ninfas, las amazonas hacían sus incursiones, generalmente en grupo y bajo las órdenes de una reina. Su ferocidad y valentía eran incuestionables. Una de las pruebas que tenían que pasar los héroes griegos era combatir contra ellas. Belerofonte tuvo que enfrentarse a ellas por orden del rey Yobatas.
Hoy se centra la mirada en cómo viven las amazonas, pero tendríamos que cambiar la perspectiva y entender que la dureza que implica vivir en unas condiciones climáticas adversas no se hace por reacción, por huir de esta sociedad, sino que eligen ser ellas mismas.
Las amazonas no viven solas por rechazar el mundo, sino que emprenden un camino hacia sí mismas, de una manera firme y decidida.

Si quieren instaurar un modo de vida y quieren vivir solas, tienen que ser guerreras, no porque quieran, sino porque se van a tener que defender de las agresiones del mundo por tener concepciones de la vida diferente; entonces, se capacitan para la guerra porque van a tener que defenderse.
No es que quieran ser guerreras; lo que pasa es que quieren vivir solas. Por ello, en la educación entra el fortalecimiento y capacitación para poder vivir una vida dura.

MÍSTICA

Para poder desarrollar la plasmación de un arquetipo es necesaria la religión, entendida como un religare, una unión del hombre con lo divino, con lo superior. Van a tener un sistema de educación, iniciación y cultos para preparar a cada componente del grupo para el camino hacia sí misma, para cultivar el arquetipo de Artemisa en sí mismas. Tienen Misterios propios de su rol. Por eso, en la Antigüedad estaban instaurados los Misterios, un camino para conducirse hacia lo divino

Se cuenta cómo una de sus reinas habría sido la fundadora de los Misterios de Samotracia. Los Misterios serían la manera de vincularse con lo superior, de realizar la mística, la unión con lo divino.
En la Antigüedad había un sistema educativo dirigido a desvelar la fuerza del propio rol, centrándose en el descubrimiento del camino femenino y del masculino. Dentro del desarrollo femenino existían tres canalizaciones o expresiones del rol: matronas, sacerdotisas y guerreras.

De lo que era una matrona y lo que era una sacerdotisa nos quedan datos claros, y sabemos de lo estimadas que eran, pero el arquetipo de la guerrera se ha perdido en la noche de los tiempos.
Hace referencia no a la guerra que se establece entre dos pueblos, sino a la que se establece en el interior de cada ser humano, la lucha entre sus tendencias negativas y las positivas. Cuando se mata lo negativo, se accede a un estado de conciencia superior.

Aunque la diosa de intrépido corazón se lanza por todas partes sembrando la muerte entre la raza de las bestias salvajes, Artemisa no tiene solamente un aspecto severo. Le gusta la cítara, las danzas y las canciones de las muchachas, pues no en vano es la hermana de Apolo, el dios de la lira. Según el poeta, "cuando la caza ha alegrado su alma, distiende su arco flexible y entra en la vasta morada de su hermano, en el rico país de Delfos, a dirigir los coros de las musas.

También las amazonas realizaban ceremonias. Por ello, en los cultos a la diosa se celebraban cantos y bailes. En Éfeso y ante la imagen de la diosa al pie de un roble o de un haya, Hipólita, su reina, realizó la ceremonia en su honor y bailaron su danza armada alrededor. Primero, la de los escudos, y después, colocadas en círculo, desplegaron un amplio coro; presidía la danza el canto agudo, y las demás golpeaban en el suelo acompasadamente.

MITOLOGÍA

Las amazonas llegan a nosotros en forma de mitos. Los relatos acerca de ellas entran dentro de la mitología y, como no hay manera de demostrarlos, nos preguntamos tantas veces acerca de su existencia.

¿Qué entendemos por mito? ¿Qué valor le damos al mito?: de entretenimiento

Lo entendemos como un conjunto de leyendas que son relatos de sucesos que son inciertos o no comprobables, pero sobre los que existe una tradición.

Algunos estudiosos que los recogen para estudiarlos de manera más seria son Jung, Cambel, Eliade.
Si profundizamos más acerca de lo que es un mito, lo podemos entender como un fósil, en mejor o peor estado de conservación y que puede datar de muy remotas edades, llegando hasta nosotros por vía oral o mímica. Un ejemplo lo tenemos en "Las mil y una noches" o en las danzas ceremoniales.
Como cuando vemos unas ruinas de una civilización sabemos que por allí pasaron hombres y mujeres, un resto de esa civilización son los mitos, y en ellos queda grabada el alma de un pueblo.
Allí donde no hay o no quedan anales históricos, hay mitos para referirnos a las simbólicas verdades custodiadas por un determinado pueblo. En los mitos nos podemos encontrar la evolución de la Humanidad.

El mito tendría sentido completo, y un contenido humano y profundo.
Los mitos sobre las amazonas no solamente relatarían hechos físicos, sino también hechos psicológicos y simbólicos.

HERACLES

El mito de Heracles es, quizá, el más completo que nos haya legado la Antigüedad clásica. En él aparecen de forma alegórica las leyes que gobiernan la Naturaleza, la psique y la historia del sistema solar.

Heracles era hijo de Zeus y Almene. Hera, la esposa de Zeus, mostró desde sus primeros días un odio implacable a causa de su nacimiento y envió dos dragones a su cuna para que lo devorasen. El niño, sin conmoverse, los estranguló. Tiene que realizar 12 trabajos. Son 12 pruebas para alcanzar la iniciación. No son inventos. Heracles representa al Sol, y los 12 trabajos son los 12 signos zodiacales que el Sol tiene que pasar a lo largo del año. Son los 12 signos, las 12 casas zodiacales que el Sol tiene que recorrer en su eterna lucha para poder alumbrar el universo.
Uno de esos trabajos será, por orden de Euristeo, un rey, someter a las amazonas y robar el cinturón de su reina, Hipólita. Es una prueba peculiar.

Por un lado, hay un enfrentamiento hombres-mujeres. Por otro, se persigue tomar el cinturón que ciñe la cintura de una dama guerrera, reina de las amazonas.

Acompañado por voluntarios, Heracles se hizo a la mar y, tras varias escalas, llegó al país de las amazonas. Desembarcó en el puerto de Temiscira, se presentó ante la reina, que le preguntó a qué había ido y esta le prometió entregarle el cinturón. Pero la diosa Hera, llena de cólera, se disfrazó de amazona e iba y venía entre la multitud diciendo que los extranjeros recién llegados querían raptar a su reina; así, ellas cabalgaron con las armas hacia la nave. Cuando Heracles las vio armadas, creyendo que se trataba de un engaño, mató a Hipólita y la despojó del cinturón, tras lo cual se hizo a la mar.
El cinturón, dádiva según algunos del dios Marte y de Venus según otros (poco importa de quién procede), representa la fuerza primigenia que se expresa a través del gancho que atrae y el látigo que repele.

Es el látigo-lazo, emblema del poder, que une por los juramentos a los seres y a los dioses, y vela por su cumplimiento.  En su faceta más elevada, representa la fuerza primera que nació del Espacio, la Diosa Madre, Guardiana de los Juramentos. Que Heracles obtenga el cinturón de la reina significa que es investido de ígneo poder y realeza, el poder de dar vida y muerte.

La derrota de las amazonas a manos de los griegos es la alegoría del cambio de ciclo, de cómo ese matriarcado, hasta ahora vigente, va a dar paso a un ciclo de signo masculino, o sea, a un patriarcado.  No importa que no hayan quedado elementos históricos. Lo que hay que comprender es que detrás del sistema de pensamiento antiguo hay toda una ideología, aunque no nos queden textos de ella. A las amazonas se atribuye la fundación de diferentes ciudades: Éfeso, Esmirna, Elea, Sanape, Tiba... El recuerdo que tenían los griegos de la época de Pericles era la guerra de las amazonas contra los atenienses.

Teseo, que se había unido a Heracles en la expedición contra las amazonas, raptó a Antíope (o Hipólita en otras versiones). Por este motivo, las amazonas fueron a Atenas a pelear, y cuando habían acampado cerca del Areópago, Teseo, con los atenienses, las venció.

Se cuenta que el pretexto que tuvo la guerra de las amazonas no fue una cosa baladí ni propia de mujeres. No habrían acampado en la ciudad ni habrían entablado combate cuerpo a cuerpo cerca de Atenas si, dueñas del país, no se hubieran acercado a la ciudad.

Plutarco cuenta que, a raíz de esta guerra, se celebraba un sacrificio antiguamente antes de las Teseas en memoria de las amazonas en este combate. Y varios autores las nombran en sus oraciones fúnebres por haber sido vencidas por los griegos (oraciones de difuntos de Platón, Lisias, Isócrates). Es curioso cómo estos historiadores señalan tumbas que existían de las amazonas muertas en la retirada. Herodoto cuenta cómo se extinguieron.

En la época que los griegos luchan contra ellas, tras haberse alzado con la victoria se llevaron consigo en tres navíos a todas las que habían podido hacer prisioneras. Pero ellas, en alta mar, atacaron a los hombres y acabaron con ellos, arrojándolos por la borda. Ellas, que no entendían de barcos, se dejaron llevar por el oleaje y acabaron arribando a territorio de los escitas. Se apoderaron de la primera manada de caballos que encontraron y saquearon las posesiones de los escitas. Estos, que entablaron lucha con ellas, al apoderarse de los caídos se dieron cuenta de que eran mujeres. Entonces decidieron no matarlas, sino enviarles a los soldados más mozos.

Cierto día, un mozo tomó a una que se había quedado sola. El resto de los jóvenes, al tener noticia de lo ocurrido, conquistaron a las restantes amazonas y las hicieron sus mujeres. De aquí queda que las mujeres de los saurómatas siguen fieles a su antiguo género de vida: a lomos de sus caballos suelen salir de caza, tanto con sus maridos como sin ellos; también van a la guerra y llevan el mismo atuendo que los hombres. Y que los saurómatas hablan la lengua escita, aunque lo hacen con solecismos desde antiguo, ya que las amazonas no llegaron a aprenderla correctamente
La historia oficial no afirma su existencia.

En los años 90, en una zona del Kazajistán, algunos investigadores han desenterrado restos de esqueletos de mujeres, entre los que han hallado el de una joven que se calcula que vivió entre el VI y el IV a. C. Junto a ella, una funda con 40 flechas terminadas en bronce, una daga de hierro y un amuleto con marcado significado guerrero (la punta de una flecha muy afilada). La relevancia de estos hallazgos procede de su cercanía al área donde Herodoto ubica combates sostenidos por aquellas guerreras contra los soldados aqueos.

Quizás estos sean los primeros indicios materiales de la existencia de aquella cultura.
El último rastro que dejaron en la memoria de los griegos fue cuando la reina Pentesilea acudió en socorro de Troya mientras se celebraban los funerales de Héctor.

Ella comenzó rechazando a los griegos hasta su campamento, pero al enfrentarse contra Aquiles, este la hirió mortalmente. Momentos antes de expirar, el héroe descubrió su rostro, y ante tanta belleza y serenidad, quedó enamorado de ella. Tersites, un griego, llegó a burlarse de él por enamorarse de una muerta, por lo que Aquiles le mató de un golpe.

¿Para qué puede servir a la mujer actual el recordar a las amazonas?

Estos temas no son simplemente a modo de recordatorio, sino que tal vez, como le ocurrió a Aquiles, que reconoció su alma guerrera con todas las virtudes que había conquistado, al recordarlas nos podemos enamorar nosotros también de ellas, siendo ejemplo e impulso para nosotros. No se trata de imitar a los griegos o a ellas mismas, sino de recoger su espíritu, algo que nunca muere, y nunca será tarde para recrearlo en nuestra vida.

Aquiles se había enamorado de una mujer que había alcanzado valor, nobleza, generosidad, los ideales para los que se había educado... Por ello, nosotros traemos a la memoria a aquellas mujeres para enamorarnos de estos ideales, y ellas pueden ser fuente de inspiración para alcanzarlos y conquistarlos.
Yolanda García

8 MOTIVOS PARA VIVIR CON MÚSICA

LA IMPORTANCIA DE LA MÚSICA

Lo primero que nos podríamos preguntar es si existe la posibilidad de vivir sin música. Como veremos más adelante, la música es un elemento inserto en nuestro mundo, nos rodea, está por todas partes,
forma una "atmósfera" que respiramos y que nos influye.

Lo único que nos queda es preguntarnos si somos conscientes o no de ello, o dicho de otro modo, si somos oyentes pasivos o activos, si elegimos la música que queremos que nos acompañe o nos elige ella.
Porque este es uno de los motivos importantes. Elegir implica una definición, una identificación, una entidad: si es pasiva, somos elegidos por la moda o el entorno; si es activa, somos nosotros los que elegimos, nos definimos.

Ahora lo preciso sería hacer un test con diferentes tipos de música y señalar cómo valoramos nuestra identificación con ella, cuánto nos gusta la compañía de una u otra, cuánto tiempo estamos en contacto con una u otra.

Podríamos elegir, por ejemplo, 9 estilos: rock, BSO, clásica, pop, heavy, folk, cantautor, celta, jazz. Está claro que ahí no están todos, pero es una buena representación. Bien, y después de escucharlos todos, ¿cuál tiene la puntuación más alta? Y ahora la otra pregunta: ¿coincide con la idea que teníamos? ¿Coincide con el estilo con el que nos identificábamos?

La música, como un símbolo de identidad, es tan vieja como el hombre. Las comunidades de emigrantes la utilizaron y la utilizan, se aferran a su música tradicional para preservar su estilo de vida. Ha sido un vínculo de solidaridad entre los miembros de una generación, como por ejemplo, los años 60, en los que el rock and roll plasmaba un sistema de valores opuesto al de los padres. Hoy día, en la sociedad urbana occidental y occidentalizada, con subculturas solapadas, decidir qué música escuchar es decir quién eres o quién quieres ser.

Otro aspecto que es importante resaltar es el de la autenticidad del intérprete hasta hacerlo un creador de estilo. Idea que recorrió todo el S. XX hasta aplicarse, como veremos, también a la música llamada clásica.

En EE.UU., a comienzos del siglo XX, surgió el blues como expresión de una raza oprimida que cantaba música desde el alma (soul). Su difusión y evolución llevó, en los años 50, a un gran mercado por parte de las casas discográficas, pero existía el inconveniente de que estaba cantada por negros. Así surgieron los “Covers”, música negra tocada y cantada por blancos. Y de ahí, una reacción que identificaba lo auténtico con el rock, pues se tocaba la propia música, música escrita y cantada por ellos y que no satisfacía las necesidades de un mercado frente al pop, marionetas del negocio que complacía gustos interpretando música de otros.

Estas ideas del creador como mejor que el reproductor y de dar con la música una visión del mundo, le guste o no a la audiencia, fueron también absorbidas en los años 70 por las discográficas, que vieron un gran mercado en la música clásica.

En este caso, el músico era un artista de pericia técnica pero de visión personal, con lo cual se vende su visión interpretativa, que es excepcional. El intérprete es la estrella, como en el pop. Pero se vende no un reproductor, sino un creador, y así se salvaguarda la autenticidad que reclama el público. De este modo, podemos ver en las carátulas de los discos cómo tal pianista interpreta a Beethoven, siendo siempre la imagen del intérprete la que sobresale sobre la del compositor.

Todo esto nos da una idea de cómo en el mundo en que vivimos estamos vinculados a la música y a ciertas ideas sobre ella, que vivimos con música que nos representa y nos identificamos con estilos que reproducen una forma de ver la vida y un código o sistema de valores. Estos pueden ser introducidos pasivamente por la atmósfera musical, por la educación, por las modas, etc., o elegidos conscientemente.

Este es un PODER de la música. NOS HACE LIBRES, nos descubre el potencial que tenemos latente de crear Identidad y Fraternidad.

Una vez expuestas estas ideas, podríamos sintetizar algunas razones para vivir con música y hacernos más libres.

La música:

1. Libera de pasiones y eleva lo propio del hombre: el sentimiento.
Permite vivir, como espectador, el sueño por realizar, vivirlo como ya hecho.
Vivir la pasión o el dolor, por ejemplo en una ópera, nos enseña sobre el dolor o la pasión en general, sin nombres, nos enseña viviendo como espectadores lo que viviremos en la propia vida.

2. Transmite, es comunicación. Es un sobre que puede hacer llegar a los demás lo que queramos: instintos, sentimientos, imágenes, sueños, ideales. La música es un tremendo comunicador, permite hacer visibles aspectos que, de otro modo, permanecerían ocultos. Llega, penetra en los oyentes y los mueve en una dirección determinada, y lo más asombroso es que no le importa ni dónde ni cuándo. Ella tiene algo de universal.

3. Crea un estilo de vida, unos valores, una forma de entender la vida. Para muchos, forma parte de su código. Es un signo de identidad: yo soy así, una moral, una ética, una Identidad. Vivir de una manera determinada implica ponerse en contacto con determinadas ideas musicales.

4. Educa, transforma, sea activa o pasivamente. Despierta capacidades dormidas o que creíamos no poseer. Inclina el carácter y ordena el temperamento. Toda la educación musical se basa en la capacidad que la música posee de educir, de extraer potenciales psicológicos, mentales y creativos. La música se conecta con el hombre, por ser reflejo de la Naturaleza (de la que el hombre es parte), y puede modificar o dirigir aspectos como el sentimiento, la atención, la memoria, el ritmo cardiaco, etc.

5. Transforma el mundo. Un hombre libre hace libres a más hombres, un enamorado de la música contagia el amor por la música. Eso modela la sociedad, la transforma. Quizás no inmediatamente, pero como la música rebasa el tiempo y el espacio, el futuro se inclina bajo sus efectos. Para muchos, el primer ejemplo de autenticidad en la música fue Beethoven, que no estuvo al servicio de ningún mecenas. Quería ser libre y escribir la música que le surgiera, no la que le impusiesen. Esta idea, como hemos visto, también se reflejó en los años 60 haciendo de la autenticidad y la independencia un símbolo. El tiempo no afecta a la música; al contrario, la hace germinar.

6. Nos hace creadores, autores. Tenemos que retomar el sentido del autor, del creador, del “creator”, el que hace conocer o nacer. Todos tenemos la posibilidad de canalizar, de expresar desde cierta parte de nosotros, la inspiración, esas ideas o pensamientos que vienen de arriba y de las que no somos responsables. Como decía Brahms, “No es mérito mío, es un presente, un regalo que viene de arriba”.

7. Nos hace intérpretes. “Inter pretium”: Al lado de lo valioso. Entre lo valioso. Puente.
Seres receptivos y trasmisores. Hombres “frontera” entre lo visible y lo invisible, entre lo tangible y lo inmaterial. Un comunicador, un puente comunicando lo humano y las fuerzas creativas.

8. Nos enseña a escuchar. Oyente: auditor. El que escucha, el discípulo, el que aprende. La primera forma de hacer música es saberla apreciar, saber identificarnos con la que le da valor a nuestra vida, escogiéndola como compañera cotidiana que nos eleve cuando dudamos y nos serene cuando nos excedemos.
Sebastián Pérez.